lunes, 20 de diciembre de 2010

RECORDEMOS

Amados todos: Nuestro Ministerio les invita a que en estas navidades, recuerden el verdadero valor de esta fiesta. Es el Hijo de Dios mismo quien se encarna, es decir, se hace hombre para venir a este mundo a nacer, vivir y morir como hombre, solo porque Dios nos amó tanto. Es amor a la forma de Dios, extremo, violento, profundo, intenso, dulce. Solo mediten: Su muerte nos dio vida (en abundancia). Esto es maravilloso. Ahora, si Jesucristo es el Señor de tu vida pueden decir: GRACIAS SEÑOR, GRACIAS SEÑOR, GRACIAS SEÑOR.

Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Juan 3:16


QUE TENGAN UN MUY FELIZ NAVIDAD Y AÑO 2011

martes, 3 de agosto de 2010

BUENOS TIEMPOS

Ha sido realmente hermoso todo lo que el Señor ha hecho estos días.

Nuestros viajes misioneros a Panamá: Boquete, Chitré y Colón, en Nicaragua: Nandaime, Jinotepe y Estelí, y, en Costa Rica en el Roble de Puntarenas y el Alto de Guadalupe

Compartimos con los adultos nuestras enseñanzas sobre la necesidad de formar niños firmes en Cristo Jesús, que ninguna cosa de las tantas que ven y escuchan en este mundo, los haga establecer otra prioridad que no sea nuestro Señor.

A los padres les hablamos sobre su responsabilidad en la formación de hijos conocedores de quien es su Dios.(Deut. 6)

Invitamos a los maestros a formarse mejor para a su vez dar a los niños a través de la Escuela Dominical un apoyo a lo que los padres hagan en el hogar.

Exhortamos a los pastores a reflexionar sobre la posición que tienen los niños en nuestras iglesias y de acuerdo a la Palabra ubicarlos donde Dios quiere que ellos estén.

Confiamos en Dios que nuestras enseñanzas hayan inquietado a Pastores, Maestros y Padres.

Que el Espíritu Santo les llene de sabiduría para poder discipular a los pequeños y llevarlos a feliz término en el conocimiento de la Palabra de Dios.

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Heb. 4:12